La pócima mágica

Adivina, adivinanza 
sobre qué trata este cuento.
Para poder descubrirlo,
debes  estar muy atento.

Es un líquido tan rico,
tan bueno y maravilloso,
que todo el mundo conoce,
y que gusta hasta a los osos.
 
¡Será la miel! Pensarás,
que agrada a osos y a osas.
Pues, siento decirte que no.
No va por ahí la cosa.

La pócima de la que hablo,
es mágica y milagrosa.
No la fabrica la abeja, 
que de flor en flor se posa. 
Ni es fruta de ningún árbol, pero sí, igual de sabrosa.

 La toma el perro y el gato, el delfín y hasta el león,
desde que son pequeñitos, para crecer un montón.
Está siempre calentita, dispuesta para tomar.
Y aunque zampes día y noche, nunca se va a terminar.

¿Cómo es posible tal cosa?, con asombro pensarás.
Pues sigue uniendo las pistas, y pronto lo entenderás.
Te ayuda a crecer más fuerte, previene la enfermedad,
y aunque te llenes de ella, jamás te vas a empachar.

Es blanca como la nieve. Y el hambre te calmará.
Si no lo has adivinado, pregúntale a tu mamá.

Ella sin duda lo sabe, porque en sus pechos está.

Anónimo