La lactancia materna es una práctica ancestral que nos define como
especie y de la cual depende la salud y la vida de los seres humanos en el
corto y largo plazo. Si bien se trata de una práctica natural, la dimensión social, económica,
cultural y política es determinante y ha hecho que la lactancia este al borde
de la extinción.
Las tasas de lactancia materna en el mundo son alarmantes, en nuestro país, pese a los enormes esfuerzos desarrollados por el Gobierno Bolivariano sólo 11 de cada 100 niños son amamantados de manera exclusiva al sexto mes de vida.
Las tasas de lactancia materna en el mundo son alarmantes, en nuestro país, pese a los enormes esfuerzos desarrollados por el Gobierno Bolivariano sólo 11 de cada 100 niños son amamantados de manera exclusiva al sexto mes de vida.
El capitalismo ha convertido la vida y la salud en una mercancía.
La industria farmacéutica, fabricante de fórmulas infantiles ha logrado,
utilizando los más perversos métodos, modificar el patrón de alimentación de los
seres humanos, poniendo en riesgo la salud y la vida de nuestra especie.
Luchar contra el enorme poder de esta industria pasa
necesariamente por comenzar a mirar la lactancia materna como un asunto
colectivo y político, que trasciende la esfera de lo femenino-privado.
Amamantar es una práctica con enormes repercusiones sociales, no
sólo porque las principales causas de morbi-mortalidad infantil y de la edad
adulta estén asociadas a la falta de amamantamiento, sino porque amamantar es
el primer acto de comunicación humana indispensable para el desarrollo del
vínculo mamá-bebé y por tanto para el desarrollo armónico del cerebro humano.
Además, amamantar constituye el primer acto de Seguridad y
Soberanía Alimentaria. En nuestro país nacen cada año cerca de 600.000 niños y
niñas de los cuales 534.000, es decir el 89% serán esclavos de la industria de
fórmulas infantiles y por tanto se encontrarán en una situación de dependencia
y vulnerabilidad.
Por otra parte, y como consecuencia también de la hegemonía
capitalista, las relaciones de producción imperantes colocan al capital por
encima de los seres humanos.
En la lógica del capital el bienestar de los seres humanos y el
vivir bien no resultan prioridad, el sistema socio económico se sustenta en la
maximización de la ganancia aún a expensas de la vida misma.
Fotografía realizada por Franklin Perozo de nuestra querida Melibay Ocanto y su bebé Emiliano Candela.
Fotografía realizada por Franklin Perozo de nuestra querida Melibay Ocanto y su bebé Emiliano Candela.
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