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10.2.13

¿Por qué las mamíferas humanas desconfían de su leche?

¿Cuántas veces has visto a una madre que amamanta dudar de su propia leche? ¿Cuántas veces has escuchado a mamás que dan el pecho afirmar que su leche no es suficientemente buena, que no alimenta a su bebé o que es pura agua?

Hace poco una madre nos escribió angustiada por la salud de su bebé, y con mucha razón, pues el pediatra le insistía que su bebé no ganaba suficiente peso y requería la introducción de fórmula infantil. Inmediatamente la madre pensó que su leche no era buena, porque no le estaba haciendo bien a su bebé. 

Como todas las consultas que recibimos, esta nos deja una reflexión que va más allá del caso concreto y que nos enriquece como acompañantes en lactancia y crianza. Nos preguntamos:  ¿Por qué las mamíferas humanas desconfían de su leche? ¿Qué les hace pensar que la leche de vaca químicamente modificada (fórmula infantil) es mejor que la leche que produce su cuerpo, el mismo que gestó durante 9 meses a su bebé? ¿Qué les hace pensar que su leche podría hacerle daño a su bebé?

La creencia de que la leche materna puede perjudicar a un bebé, va mucho más allá de otra creencia -igualmente falsa- según la cual sólo algunas mujeres pueden amamantar. Que una mamá piense que su leche puede hacer daño a su bebé nos obliga a reflexionar como sociedad sobre los mensajes dirigidos a las mujeres en torno a la maternidad y a través de los cuales se siembra la desconfianza hacia sus propios cuerpos, el terror hacia lo natural.

Al llegar al embarazo, la mujer ya ha recibido un sinnúmero de mensajes negativos sobre la maternidad y la lactancia, provenientes de un sistema económico y social donde la reproducción de la vida y el cuidado de l@s otr@s no tiene valor, a menos que se pueda convertir en mercancía, y por lo tanto genere renta.


Lo más seguro es que esa mujer cuando niña no haya jugado a darle el pecho a sus muñecas, sino a  darle teteros de fórmula infantil. Durante años, los medios de comunicación le han transmitido imágenes donde se relaciona el parto natural y la lactancia con sufrimiento, dolor. Por si fuera poco, durante la gestación, la industria médica en la figura del obstetra se encargará de reforzarle con pruebas “científicas” que es incapaz de dar a luz a su bebé, por lo que la única opción disponible es practicarle una cesárea programada. 

Desde el mismo momento del nacimiento de su bebé, el centro de salud pone en práctica un protocolo que la aleja de su bebé y la posibilidad de una lactancia sin complicaciones y un poco más tarde al pediatra le corresponde la tarea de convencerla - con mensajes construidos por la industria que fabrica la fórmula infantil- que no pasa nada si no amamanta, al fin de cuentas la lata es igual de buena.  

                 A esta madre, ya golpeada por el poderoso sistema empeñado en acabar con nuestro ser mamífero y separarnos de nuestros bebés, queda sumergida en un complejo entramado social que queriéndolo o no, también juega en contra de ella y su bebé, reproduciendo en la vida cotidiana los mismos mensajes negativos alrededor del parto y la lactancia, esta vez avalados por experiencias personales que los hacen muy convincentes, consiguiendo disminuir la confianza de la madre para producir tanto la leche materna como los cuidados que necesita su cría.

La mejor manera de evitar este juego perverso contra la lactancia es acompañando a la madre y a su bebé en su proceso, entendiendo que si se presentan dificultades durante el amamantamiento lo mejor es buscar ayuda concreta de personas/instituciones que se dediquen al acompañamiento en lactancia. Del entorno de la madre depende en buena parte que ella pueda alcanzar una lactancia placentera y continuada junto a su bebé. 

Las imágenes que acompañan este artículo fueron tomadas de Internet

17.10.12

Viernes de Oxitocina 26-10

Este viernes 26 de octubre será nuestro 2do encuentro del espacio que hemos creado para reflexionar junt@s sobre nacimiento, apego, lactancia, crianza, maternidad, paternidad, etc.: Viernes de OXITOCINA.

Este Viernes de Oxitocina de Octubre lo dedicaremos a abordar el tema de la Medicalización de la Gestación, Nacimiento y Lactancia. ¿Cómo recuperar el poder perdido frente a la industria médica?

El objetivo es reflexionar sobre el poder que ejerce la industria médica sobre la gestación, nacimiento y lactancia de nuestros bebés, y pensar colectivamente en herramientas que nos permitan descubrir y confiar en nuestras capacidades como mujeres-madres-mamíferas para recuperar el poder de parir y amamantar libremente a nuestr@s bebés.

¿Qué debemos saber para escoger el/la obstetra que nos acompañe durante la gestación? ¿Qué debemos saber para escoger el/la pediatra que nos acompañe durante los primeros años de vida de nuestr@s hij@s? ¿Cuál debe ser su rol? ¿Qué leyes nos amparan durante el nacimiento, la lactancia y los primeros años de vida de nuestr@s bebés?

Los encuentros de los Vienes de OXITOCINA son gratuitos y pueden participar las personas que deseen hacerlo.

Debido al espacio limitado que tenemos, los encuentros sólo se pueden hacer cómodamente con un máximo de 15 participantes, especialmente tomando en cuenta que muchas mamás vendrán con sus bebés.

Si deseas participar envíanos un correo con tus datos personales (nombre, apellido, teléfono y dirección de correo electrónico) a lactarte@gmail.com, colocando en el asunto “Viernes de Oxitocina”. Si vienes con tu bebé déjanoslo saber en el correo que envíes.

El encuentro está pautado para comenzar a las 10am y terminar a las 12m.

¡L@s esperamos!

8.10.12

Preparación para la Lactancia Materna

Luego de tomar la decisión de amamantar a sus bebés, algunas mujeres se preguntan ¿qué puedo hacer durante el embarazo para prepararme para amamantar? 

En realidad, el cuerpo femenino hace todo el trabajo de preparación. No olvidemos que como mamíferas que somos, estamos preparadas para producir la leche que requieren nuestras crías, así como ellas están listas para prenderse al pecho inmediatamente después de nacer.

Sin embargo, a partir de la masificación del consumo de fórmulas infantiles, impulsado por la poderosa industria trasnacional de alimentos para infantes, a buena parte de la humanidad se le ha cambiado la forma de alimentación específica de su especie y con esto, hemos estado a punto de perder por completo la cultura del amamantamiento.

Los pocos referentes que tenemos a nuestro alrededor, ha hecho que el conocimiento ancestral de cómo amamantar lo hayamos ido perdiendo, mientras nos invade gran cantidad de dudas, temores y mitos que muchas veces no logramos resolver antes de la llegada de nuestr@ bebé.

Desde nuestro trabajo de acompañamiento en lactancia y crianza te dejamos algunas recomendaciones de cómo comenzar este maravilloso viaja hacia el feliz amamantamiento de tu bebé desde la gestación:

1) Busca acompañamiento en la forma de un curso o taller sobre lactancia materna. Esto te ayudará a trabajar dudas, angustias y mitos alrededor del amamantamiento. Son mejores las actividades donde puedas ir acompañada de tu pareja, mamá o alguien cercano a tí, así podrás involucrar a tus seres queridos en el proceso de lactancia.

2) Evita lavar tus mamas y pezones con jabones fuertes que puedan remover su lubricación natural.  

3) Si sientes tus pezones secos, puedes aplicar alguna crema suave, como lo harías con otras zonas de tu cuerpo. 

4) Si experimentas goteo de calostro durante algún momento del embarazo, no te angusties, no es señal de nada negativo. No intentes extraerlo y trata de mantener tus pezones secos. Usualmente el goteo de calostro ocurre en mujeres con mamas grandes donde la glándula y tejido de soporte presiona el calostro hacia los conductos del pezón.   

5) Si tienes las mamas grandes, te puede resultar cómodo usar sostén con buen soporte.

6) Si sientes tus pezones muy sensibles, intenta ponerlos al aire y un poco de sol, evitando la fricción con el sostén  la mayor parte del tiempo.

7) Es recomendable dormir sin sostén y así mantener el sistema linfático libre de presiones en el torso.  

8) Los masajes y estimulación de los pezones no son necesarios para producir más leche, ni preparar la forma de la mama y el pezón. Si puedes disfrutarlos durante la actividad sexual.

9) Todas las mamas son buenas para amamantar, su tamaño y forma de pezón no condiciona la capacidad de amamantar.  

10) Es conveniente aprender la técnica de extracción manual, si decides extraer y almacenar un poco de calostro durante los primeros días después del nacimiento de tu bebé.  

11) Ubica un sacaleche prestado de alguna amiga o familiar del que puedas disponer si te hace falta durante las primeras semanas de amamantamiento. También te será útil en la creación  de tu banco de leche casero.

 12) Tener a la mano un fular o portabebé artesanal puede ser de gran ayuda para llevar a tu bebé pegadit@ a tu cuerpo la mayor parte del tiempo.

13) Contar con un sostén y franela para amamantar puede ser una gran ayuda sobre todo cuando salimos de casa. 

Fotografía realizada por  la Cooperativa Lactarte

20.5.12

El poder de estar juntas


Ayer en el Taller Almacenando Vida nuevamente tuve la sensación de que algo maravilloso ocurría mientras transcurrían las horas del taller y las mujeres-madres que allí estábamos nos empezábamos a conocer. A medida que cada una contaba su experiencia de maternaje, con sus alegrías y temores, con la impotencia que se siente de tanta incomprensión y desprecio hacia el instinto materno, se generaba una especie de sentimiento de solidaridad femenino muy poderoso.

Las tensiones escondidas iban cediendo a medida que las madres se daban cuenta que sus historias eran compartidas. La confianza comenzaba a surgir de la franqueza de sus relatos, dando paso a un profundo orgullo por la manera como cada una iba conduciendo su propia experiencia de maternidad y enfrentando los obstáculos que día a día aparecían de la mano de un entorno lleno de mitos y sin ganas de aprender de la nueva oportunidad que les ofrecía la vida: presenciar la transformación de una mujer en madre.

 El ejercicio que hicimos de extracción manual de leche materna también trajo lo suyo. Nos dio la oportunidad de mirar con detenimiento nuestras mamas, de tocarlas, de conocerlas. Algunas madres se sorprendieron de cómo era esta la primera vez que hacían conciencia de sus pechos y al ver cómo del pezón salía primero gotas y luego diminutos chorritos de leche, aparecía en sus rostros una sonrisa de gloria.

Cuando una madre recibe acompañamiento amoroso, escucha atenta, sin sentirse juzgada, es capaz de relajarse, de conectarse con su ser mamífero y confiar, confiar en su capacidad de amamantar y de cuidar a su bebé. Su cuerpo se llena de oxitocina y todo fluye de manera natural y maravillosa. Esa mujer reconoce que no hay necesidad de delegar en ninguna otra persona, el poder de decidir sobre su propio cuerpo y sobre el bienestar de su bebé. 

Una vez más me convenzo que el poder de la maternidad es infinito y cuando estamos juntas, lejos de la mirada de otros ajenos a nuestra realidad, a nuestras emociones, damos rienda suelta a los instintos, nos sentimos poderosas, capaces, hábiles, sabias. Las mujeres juntas somos una fuente de poder que nos alimenta, nos hace fuertes.

Es cierto que nuestro entorno muchas veces nos abruma, nos llena de dudas, de temores, pero también es verdad que nosotras podemos permear con nuestra sabiduría de mamíferas a los y las que nos rodean.