5.8.13

Nuevo número de Criandoando sobre el recibimiento de los bebés

En nuestra sociedad el nacimiento se ha convertido en un acto médico en el cual la mujer que pare y su bebé son objetos y no sujetos protagónicos. El cuerpo de la mujer y su bebé son intervenidos desde el más brutal de los poderes, es decir aquel que se ejerce sobre la propia conciencia, suplantando el poder y la confianza de la mujer en su propia capacidad de parir, de amamantar y de criar.

La medicalización del nacimiento y del postparto desconoce gravemente la naturaleza de nuestra especie ejerciendo una serie de procedimientos que pueden poner en peligro la vida y la salud.


En la mayoría de los centros de salud de nuestro país, tanto públicos como privados, se realizan una serie de procedimientos que privan al bebé de su hábitat, es decir, el pecho de su madre.

El bebé es SACADO del cuerpo de su mamá e inmediatamente se le corta el cordón umbilical (pinzamiento prematuro del cordón) impidiendo que la sangre de la placenta pase a su cuerpo, privándolo de la necesaria reserva de hierro que lo protegerá de anemia y obligándole a respirar violentamente.

Rápidamente el bebé es separado y sometido a una serie de procedimientos muy violentos, que se realizan de forma mecánica y rutinaria, independientemente de su condición de salud.
 

En este nuevo número de CRIANDOANDO encontrarás algunas claves para reflexionar sobre los efectos de la separación de bebé de su madre y la incorporación de teteros desde el nacimiento.

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